Los niños están en constante movimiento, les gusta correr, brincar, jugar y estar activos en todo momento, por lo que una fractura en niños suele ser frecuente. Generalmente al resolverse, no dejan secuelas.
A diferencia de los adultos, los huesos de los niños presentan una deformación plástica, esto debido a que son muy elásticos y no tienen la misma dureza o firmeza que los de un adulto. Este tipo de fractura es típica de los huesos largos como la tibia, el peroné o el radio.
Aunque cada fractura tiene distintas características dependiendo de su localización y estado general del paciente, existen síntomas comunes en todas las fracturas, los cuales debe conocer para estar enterado cuando ocurra una situación de este tipo y acudir con un médico especialista.
Los síntomas de las fracturas en niños son:
-Dolor. Este se presenta en el lugar exacto de la fractura.
-Impotencia funcional. Esto se refiere a la incapacidad de movimiento a consecuencia de la fractura y del dolor que causa.
-Deformidad.
-Fiebre. En muchas ocasiones y con más frecuencia en la gente joven, se manifiesta la fiebre aún sin existir ninguna infección.
-Entumecimiento -Ruptura de piel con el hueso.
Cada fractura tiene su tratamiento específico, dependiendo además de la edad del niño, pero en términos globales, el objetivo es conseguir la consolidación del hueso de forma rápida y efectiva, evitar los desplazamientos y evitar la aparición de complicaciones.
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