La desviación del tabique nasal puede ser consecuencia de un traumatismo, sin embargo, se presenta con más frecuencia que este padecimiento aparezca como consecuencia de un crecimiento anómalo sin tener un traumatismo de por medio.
Cuando el tabique está desviado, las fosas nasales son irregulares en su tamaño, o sea, una es más grande que la otra, lo que provoca diversos problemas nasales.
Hay casos en que ciertas personas nacen con el tabique desviado porque la nariz se desarrolló de esa manera antes del nacimiento. Así mismo, ocurre con más frecuencia que el tabique esté desviado por lesionarse durante el nacimiento.
En cuanto a la desviación de este a causa de traumatismos, muy a menudo ocurre que los adultos y adolescentes no recuerden la lesión que causó dicho problema. Muy a menudo, estos golpes se peresentan durante el contacto en deportes, juegos recreativos o un accidente vial.
La técnica para la corrección de la desviación de tabique se conoce como Septoplastia.
En la cirugía para tabique desviado, el cartílago fuera de lugar o el tejido óseo se reacomodan para el alineamiento correcto del centro. Si es necesario, estos tejidos se eliminan. Es importante recordar que si has tenido una lesión de nariz, puede que no te puedan hacer una septoplastia hasta al menos seis meses después de la lesión.
En el caso de los niños que requieren cirugía, normalmente se espera a que terminen de crecer, alrededor de los 16 años de edad.
La septoplastia puede aliviar: obstrucción de las vías nasales, que puede forzarte a respirar por la boca; también puede ser parte del tratamiento quirúrgico para la apnea del sueño.
Las cirugías de nariz para tratar un tabique desviado, puede traer complicaciones como hemorragias, entumecimiento de los dientes delanteros y reducción o pérdida completa el sentido del olfato, esto ocurre con muy poca frecuencia.
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