El ortopedista pediatra es el médico especializado para revisar y corregir cualquier problema relacionado con los huesos y los músculos de los niños, como los defectos en la postura, problemas para caminar, luxación de cadera, dolor en rodillas, pies planos, deformidades en los dedos, entre otros padecimientos ortopédicos.
El pediatra debe diagnosticar el estado de salud integral del bebé desde que nace y avisar a los padres si es necesario acudir con un ortopedista infantil, si todo se encuentra bien es recomendable visitar al ortopedista a partir de los tres años de edad, principalmente para revisar del desarrollo que los pies se estén desarrollando de una manera adecuada.
Si al poco tiempo que nace el bebé es notable algún tipo de deformidad, como el pie equino varo, la falta o exceso en el número de dedos en pies y manos, se debe visitar al ortopedista para niños para iniciar un tratamiento correctivo, o si es necesaria agendar una cirugía.
Hay que llevar al bebé con el ortopedista pediatra apenas cumplidos los 30 días de nacido para iniciar con un estudio radiográfico simple, determinar el grado del problema e iniciar el tratamiento ortopédico adecuado lo más pronto posible, en casos de riesgos o sospechas.
Es muy importante llevar a los bebés al ortopedista pediátrico si existen antecedentes donde la cadera está en riesgo como en los siguientes casos:
- Cuando existen antecedentes familiares como una enfermedad luxante de caderas.
- Si el bebé venía sentado
- Si durante el embarazo hubo escasez de líquido amniótico.
- Si se tuvo un embarazo múltiple.
- Si el bebé nació antes de tiempo o tuvo bajo peso al nacer.
- Si el bebé nació por cesárea.
- Si es una niña, ya que los problemas de cadera ocurren en las niñas en una proporción de 4 a 1.
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