Los bebés a menudo nacen con pie plano, que puede persistir hasta su infancia. Esto se debe a que los huesos y las articulaciones de los niños son flexibles, haciendo que sus pies se aplanen cuando están de pie. Los bebés también tienen una capa de grasa en el borde interior de sus pies que oculta el arco. Se puede ver el arco si levanta a su bebé en las puntas de los dedos de los pies, pero desaparece cuando él está de pie con normalidad. El pie también se puede voltear, aumentando el peso en el lado interior y haciendo que parezca aún más plano.
Normalmente, el pie plano en niños desaparecen a los seis años ya que los pies se vuelven menos flexibles y los arcos se desarrollan. Sólo alrededor de 1 o 2 de cada 10 niños y niñas siguen teniendo pie plano en la edad adulta. Para los niños que no desarrollan un arco, no se recomienda el tratamiento a menos que el pie sea rígido o cause dolor. Las plantillas no ayudaran a su hijo a desarrollar un arco, y pueden provocar más problemas que el propio pie plano.
Sin embargo, pueden necesitar ser tratados de manera diferente ciertas formas de pie plano. Por ejemplo, un niño puede tener opresión en el tendón de Aquiles que limita el movimiento de su pie. Esta tensión puede resultar en un pie plano, pero por lo general puede ser tratada con ejercicios de estiramiento especiales para alargar el tendón de Aquiles. En raras ocasiones, un niño tendrá pie plano realmente rígido, una condición que puede causar problemas. Estos niños tienen dificultad para mover el pie hacia arriba y hacia abajo o de lado a lado en el tobillo. El pie rígido puede causar dolor y, si no se trata, puede conducir a la artritis. Este tipo de pie plano rígido es rara vez visto en un bebé o un niño muy pequeño. Más de las veces, el pie plano rígido se desarrolla durante la adolescencia y deben ser evaluados por el ortopedista pediatra.
Los síntomas que deben ser revisados por un especialista en ortopedia pediatra incluyen dolor en el pie, úlceras o zonas de presión en el lado interno del pie, un pie rígido, movimiento limitado del pie de lado a lado, o se limita el movimiento del tobillo hacia arriba y hacia abajo. En caso de necesitar una cirugía de pies debe consultar a un cirujano ortopédico pediátrico o podólogo con experiencia en afecciones de los pies infantiles.
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