miércoles, 18 de diciembre de 2013

Dolores de crecimiento: ¿Cuándo deben los padres preocuparse?

Al igual que las paperas y el sarampión, los dolores de crecimiento son una etapa en la vida de nuestros hijos, una señal del crecimiento. La mayoría de los padres lo toman con calma los dolores de crecimiento.

Pero, ¿qué son estos dolores ? ¿Por qué algunos niños tienen dolor severo, mientras que otros tienen ningún tipo de dolor? ¿Podría el dolor significar que algo está mal? ¿Cómo pueden saber los padres?


Los dolores de crecimiento ocurren típicamente entre las edades de 3 y 7. Los médicos dicen que el dolor se desencadena cuando los huesos crecen, ya que se está estirando la cubierta gruesa del hueso, explica un reumatólogo pediátrico de la Escuela Universitaria de Medicina de Emory, en Atlanta.

Según la Academia Americana de Pediatría, estos dolores se han relacionado con los días particularmente activos y no el crecimiento. Los dolores de crecimiento son molestias reales para muchos niños; los dolores a menudo aumentan los niños pueden despertar en las noches a causa de los dolores de crecimiento.
Los dolores parecen más intensos si su hijo tuvo un día muy activo. Los niños por lo general sienten los dolores en la noche y desaparecen en la mañana.

Si su hijo presenta ciertos síntomas, es aconsejable notificar al especialista en ortopedia pediátrica de su hijo. Síntomas preocupantes que podrían indicar que es algo más que dolores de crecimiento y algo más grave puede ser:
  • El dolor persistente, dolor en la mañana o la hinchazón, sensibilidad y enrojecimiento en una articulación
  • Los dolores en las articulaciones están asociados con las fracturas en niños
  • Cojera, debilidad o cansancio inusual
  • Si un niño se despierta por la mañana con dolores en las piernas y siente alivio después de moverse puede ser la artritis reumatoide juvenil
La mayoría de los niños con artritis reumatoide juvenil ( 70 % a 90 % de ellos) se recuperan sin ningún discapacidades graves. Sin embargo, algunos síntomas pueden continuar en la edad adulta, como la rigidez, el dolor, la limitación de la actividad física, y la artritis crónica.

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