miércoles, 24 de julio de 2013

Tendinitis tendón de aquiles

El tendón de Aquiles está ubicado en la parte posterior del pie, encima del talón. Éste conecta el talón con los dos músculos de la pantorrilla y ayuda a los pies a avanzar hacia delante cada vez que damos un paso.

Cuando el tendón se hincha o se irrita, se puede desarrollar una afección dolorosa denominada “tendinitis de Aquiles”. Si se deja sin tratar, puede convertirse en un padecimiento crónico que termina impidiendo el movimiento.

La tendinitis de Aquíles o Aquílea se presenta cuando el tendón que conecta la parte posterior de la pierna al talón está inflamado o con dolor cerca de la parte inferior del pie.

Aunque la tendinitis de Aquiles es una lesión que frecuentemente suele presentarse en los corredores, también puede darse en personas que realicen actividades como baloncesto, danza y personas que someten a sus pies a tensiones fuertes y repetidas.

Al inicio, siempre que se siga un programa de rehabilitación la lesión es pasajera y desaparece. Si los dolores continúan la tendinitis se puede complicar y convertirse en una tendinosis aquílea, en donde el tendón se degenera y pierde un poco su estructura organizada y compacta. No obstante, es bastante difícil que se llegue a este punto.

Causas de las lesiones del tendón de Aquiles:

La tendinitis aquílea puede ocurrir en caminantes, corredores u otros atletas además si:

  • Se incrementa repentinamente la cantidad o intensidad de una actividad. Practicar deporte sólo ocasionalmente.
  • Traumatismo (golpe en el tendón).
  • Correr en superficies duras, como el concreto.
  • Correr continuamente. Realizar una actividad que implique saltar frecuentemente.
  • Las mujeres son más propensas a sufrir esta lesión debido al uso de zapatos con tacón.
  • Si en la vida normal se usan zapatos de tacón alto y se eliminan, el tendón sufre una tensión inusual, provocando su irritación.


Síntomas

  • Hinchazón.
  • El pie no puede estirarse o llevarse hacia atrás.
  • Dificultad para caminar. Dolor repentino.
  • Dificultad para apoyarse sobre los dedos de los pies (de puntas).
  • Sensación de rotura.
  • El tendón puede doler al tacto o al moverlo y el área puede estar hinchada y caliente.
  • El dolor es más intenso cuando nos levantamos por la mañana, o al iniciar la actividad física, y va disminuyendo conforme progresamos con la actividad
  • En el momento de los primeros síntomas debemos parar el ejercicio físico, ya que se puede agravar la lesión.


Tratamiento
  • Pruebe aplicar hielo en el tendón de aquiles durante 15 a 20 minutos, dos a tres veces por día (retire el hielo si el área se entumece).
  • Disminuya o suspenda cualquier actividad que cause dolor.
  • Corra o camine sobre superficies más lisas o más suaves.
  • Cuando se observe cierta mejoría se puede utilizar la fisioterapia para acelerar la recuperación, con masajes para estirar el tejido y aumentar el riego sanguíneo.
  • El médico o el fisioterapeuta pueden mostrarle ejercicios de estiramiento para el tendón de Aquiles y también pueden sugerir cambios en el calzado como por ejemplo un dispositivo ortopédico.
  • Zapatos que sean más suaves en las áreas por encima y por debajo de la almohadilla del talón.


Si estos tratamientos no mejoran los síntomas, se puede necesitar cirugía para extirpar el tejido inflamado y las áreas anormales del tendón.

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