miércoles, 24 de julio de 2013

Dislocación de cadera

"Luxación de cadera" es un término comúnmente utilizado para describir una afección que incluye dislocación congénita de la cadera y displasia evolutiva de la cadera.

Hay varios problemas que pueden afectar la cadera del bebé cuando se desarrolla. Algunas veces la cabeza femoral no encaja correctamente en la cavidad y se disloca. Otras veces, aunque la cabeza femoral esté en la cavidad, se puede deslizar y salirse de lugar, o la cavidad puede ser tan poco profunda que la cadera se disloque con mucha facilidad.

Las niñas tienen más probabilidad que los varones de sufrir una luxación de cadera, como también los bebés que vienen de al revés durante el parto, los que tienen muy poco espacio para patear dentro del útero, los que nacen muy tarde o los que nacen en una familia con antecedentes de luxación de cadera. Sin embargo, en muchos casos se desconocen las causas de este trastorno.


En un bebé recién nacido no podrás notar nada, por lo cual el médico a cargo de revisar al bebé llamado ortopedista pediátrico inmediatamente después del nacimiento, hará una prueba especial de caderas, en la cual abrirá bien sus piernas y luego las flexionará y estirará. Este control se hace cuando el bebé nace, a las seis semanas y luego a los ocho meses.

Posiblemente oigas un crujido si el fémur entra o sale de su cavidad en la pelvis. Esto recibe el nombre de inestabilidad de cadera. Los bebés que nacen con este trastorno no sienten ningún dolor ni incomodidad y por lo general superan el problema sin tratamiento.

Algunos bebés nacen con caderas que parecen normales al momento de la prueba, pero después no se desarrollan correctamente. Los primeros signos son lo siguientes:
  • Una pierna puede parecer ligeramente más corta que la otra.
  • Puede haber pliegues extras en la piel de un muslo.
  • Al cambiarle el pañal al bebé, puedes notar que una cadera no se abre tanto como la otra.
En muy raras ocasiones, la luxación de cadera no se nota hasta que el bebé empieza a caminar, que es cuando comienza a cojear y quizás observes que del lado afectado camina sobre la punta de sus dedos. Si notas alguno de estos problemas, ponte en contacto con el médico. Éste puede diagnosticar luxación de cadera no sólo mediante un examen físico sino también a través de una ecografía o una radiografía para ver cómo está creciendo la cadera.

Cuando la luxación de cadera se detecta de forma temprana casi siempre se puede tratar de manera simple inmovilizando las caderas con una férula o arnés de pavlik durante seis a 12 semanas. La férula sostiene las caderas en la posición correcta de modo que se puedan desarrollar adecuadamente.

Si los problemas de cadera no se detectan hasta que el niño comience a caminar, el tratamiento será un poco más difícil. Algunas veces se coloca un yeso en la cadera para sostenerla firmemente en la cavidad de la articulación. En otras, el médico puede liberar algunos tendones de la ingle haciendo una pequeña incisión. Y ocasionalmente, puede ser necesario operar para colocar nuevamente la cadera en la cavidad articular de manera tal que no se vuelva a salir. Después de la operación normalmente se le pone al niño un yeso.

Los niños con luxación congénita o displasia evolutiva de cadera requieren de un cuidadoso seguimiento durante un periodo de tiempo considerable para poder asegurar un correcto desarrollo de sus caderas.

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