viernes, 28 de febrero de 2014

Diagnostico y tratamiento para dolores de crecimiento

Los padres deben estar informados sobre los síntomas cuando aparecen los dolores de crecimiento en sus hijos. Estos dolores son distintos en cada niño en cuestión de la cantidad de dolor que se presenta en cada pequeño. Por lo general, la mayoría de los niños no presentan dolor todos los días.
El dolor se hace sentir en ambas piernas, especialmente en la parte delantera de los muslos, la espalda de piernas (pantorrillas), o detrás de las rodillas.

 Los dolores de crecimiento pueden presentarse durante meses o incluso años. La mayoría de los niños que presentan estos dolores permanecen con ellos algunos años.
 El dolor suele presentarse en la tarde y noche. Este padecimiento puede hacer que el niño despierte de su sueño debido al dolor que puede llegar a presentar.
Los estudios sugieren que los niños que tienen problemas de crecimiento pueden ser más sensibles al dolor. Los niños que tienen problemas de crecimiento también son más propensos a tener dolores de cabeza y dolor abdominal.

 ¿Cómo se diagnostican los dolores de crecimiento?

 Generalmente, un médico puede diagnosticar problemas de crecimiento mediante el examen de su hijo y haciendo preguntas sobre su historia clínica y los síntomas que presente el niño. Es importante descartar otras causas posibles del dolor antes de hacer el diagnóstico de dolores de crecimiento. Es por esto que es importante consultar un especialista en Ortopedia pediátrica si piensa que su hijo experimenta dolores de crecimiento o cualquier dolor en las extremidades. Los análisis de sangre y rayos X por lo general no son necesarios en este caso.

 ¿Cómo tratar los dolores de crecimiento?

 El tratamiento de dolores de crecimiento depende de la cantidad de dolor que su hijo tiene . Las siguientes opciones pueden aliviar las molestias y ayudar a su hijo a sentirse mejor :
 El masaje de las piernas.
 El estiramiento de los músculos de las piernas. Esto puede ser difícil para los niños más pequeños.
 La colocación de una almohadilla de tela o calefacción tibia en la pierna adolorida. Tenga cuidado de no quemar la piel y no la utilice durante el sueño.

 Si el dolor no mejora, consulte con su ortopedista pediátrico si está bien darle a su hijo un medicamento de venta libre del dolor, como acetaminofeno o ibuprofeno. Pregunte acerca de la dosis apropiada para su hijo. Nunca le dé aspirina a un niño. El uso de aspirina en los niños se ha relacionado con una enfermedad potencialmente mortal llamada síndrome de Reye.

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